Para el resort, la diosa Versace, una criatura multifacética que se ha manifestado bajo diferentes formas sin disculpas a lo largo de los años, se transformó en una fiestera confiada. Su templo es un club, su ritual se establece al ritmo de un latido pulsante, su poder (de moda) se dedica a lograr despreocupadamente una mezcla de elementos y referencias dispares.
“Esta temporada se siente muy impulsiva y enérgica, como si nuestra chica Versace hubiera estado de fiesta y regresara a casa con la chaqueta de motociclista de cuero de su novio sobre un ligero vestido de fiesta primaveral”, relató Donatella Versace. “Son estos contrastes de duro y suave, masculino y femenino, formal y juguetón, los que veo que la nueva generación cuestiona y destruye por completo. Es algo poderoso que hacer”, agregó.
Adoptando la misma actitud rebelde, la directora creativa de la marca desmenuza el libro de reglas de la moda para combinar libremente diferentes códigos de Versace en su línea atrevida y juvenil.
Los vestidos con volantes salpicados de estampados de orquídeas en tonos ácidos se usaron sobre camisetas con el logo o con pantalones de pierna ancha, telegrafiando un ambiente grunge. La fluidez de los vestidos de gasa contrastaba con la sastrería elegante y alargada, especialmente cuando se asomaba por debajo de los trajes masculinos a rayas diplomáticas con hombros gráficos ultraestructurados.
Sobre la base de la calidad de la textura de la colección, los vestidos alegres a menudo se adornaban con bordados de flores en 3D y lentejuelas recicladas; los conjuntos de tweed llegaron con hilos de lúrex y adornos de tachuelas; mientras que las partes separadas de cuero cepillado suave introdujeron un tema motero. El terciopelo arrugado elástico también fue ideal para looks fabulosos de discoteca, como se ve en los minivestidos de neón con bordes enrollados y aberturas, así como en las blusas con capucha y los monos con detalles entrecruzados y hebillas de Medusa.
El monograma de Greca y el patrón “Versace on Repeat” se salpicaron generosamente en vestidos camiseros y tejidos o se combinaron en vibrantes vestidos plisados. Como contrapunto a los estampados animados, aparecieron cortes sucios con corte de diamante en prendas de punto, sastrería, piezas de jersey y jeans.
“Son looks que dicen: nunca subestimes el poder de una mujer Versace”, concluyó la diseñadora.