La Gran Barrera de Coral de Australia debería incluirse como un sitio del patrimonio mundial que está “en peligro”, recomendó un panel de la ONU el martes, diciendo que el ecosistema de arrecife de coral más grande del mundo se vio significativamente afectado por el cambio climático y el calentamiento de los océanos.
Los eventos frecuentes de blanqueamiento amenazan el arrecife, incluidos cuatro en los últimos siete años y el primero durante un fenómeno de La Niña, que generalmente trae temperaturas más frías este año.
El blanqueamiento ocurre cuando el agua se calienta demasiado, lo que hace que los corales expulsen las algas de colores que viven en sus tejidos y se vuelvan blancas.
“La resiliencia del (arrecife) para recuperarse de los impactos del cambio climático está sustancialmente comprometida”, dijo un informe de científicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que visitaron el arrecife en marzo.
La ministra de Medio Ambiente, Tanya Plibersek, dijo que el gobierno presionaría a la UNESCO para que no incluyera el arrecife como en peligro de extinción porque el cambio climático amenazaba a todos los arrecifes de coral del mundo.
“Le dejaremos claro a la UNESCO que no hay necesidad de destacar a la Gran Barrera de Coral de esta manera”, dijo Plibersek durante una rueda de prensa.
“La razón por la que la UNESCO en el pasado ha señalado un lugar como en riesgo es porque querían ver una mayor inversión del gobierno o una mayor acción del gobierno y desde el cambio de gobierno, ambas cosas han sucedido”.
El gobierno laborista recientemente elegido de Australia se comprometió a gastar 1.200 millones de dólares australianos (800 millones de dólares) en los próximos años para proteger el arrecife. El parlamento aprobó en septiembre una legislación para emisiones netas cero para 2050.
Canberra ha presionado durante años para mantener el arrecife, que aporta 6.400 millones de dólares australianos (4.300 millones de dólares) a la economía, fuera de la lista de especies en peligro de extinción, ya que podría hacer que pierda su estatus de patrimonio, restándole algo de brillo a su atractivo para los turistas.
El año pasado, Australia eludió una lista de “en peligro” para el arrecife después de que el gobierno anterior ejerciera una fuerte presión que llevó a la UNESCO a posponer una decisión para este año.