Una de las medidas más consensuadas de la Ley de Clima y Resiliencia francesa [1]que se votó en 2021, entró en vigor el 1 de enero de 2023. El texto obliga a todas las empresas que destaquen la neutralidad en carbono de un producto o servicio a producir un informe sobre todas las emisiones de gases de efecto invernadero de dicho producto o servicio.
El informe debe actualizarse cada año y cubrir todo el ciclo de vida, desde la producción hasta la eliminación o el reciclaje. También debe explicar cómo las emisiones de gases de efecto invernadero se evitarán de manera prioritaria, luego se reducirán y finalmente se “compensarán”. Si las emisiones del producto o servicio en cuestión han aumentado entre dos años sucesivos, la declaración de “carbono neutral” está prohibida. Finalmente, se deberán detallar los métodos de compensación utilizados para las emisiones residuales, incluyendo la naturaleza y descripción de los proyectos y su costo.
Reclamaciones de “cero neto”
Esta obligación se refiere a afirmaciones como “carbono neutral”, “cero carbono”, “huella de carbono cero”, “climáticamente neutral”, “totalmente compensado”, “100% compensado” o con cualquier expresión de significado o alcance equivalente. [2]
La publicidad o los envases que afirmen ser neutrales en carbono también deben incluir un enlace a un sitio web que detalle el plan climático de la empresa.
En caso de infracción, la empresa podrá tener que pagar una multa de 100.000 euros, que podrá incrementarse hasta el importe total de los gastos dedicados a la campaña publicitaria.
El gobierno francés ha dicho que el objetivo es proporcionar información transparente para el público, “fortalecer progresivamente los compromisos de los anunciantes” y combatir el “lavado verde”.
Preocupaciones internacionales
Las medidas se producen después de que los expertos de las Naciones Unidas emitieran recientemente una serie de nuevas directrices destinadas a trazar una “línea roja” en torno a las afirmaciones falsas de cero neto.
Las nuevas recomendaciones de los expertos de la ONU, publicadas en noviembre en las conversaciones de la COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto, dicen que las empresas no pueden pretender ser netas cero si invierten en nuevos combustibles fósiles, provocan deforestación o compensan las emisiones con créditos de carbono en lugar de reducirlas. . El jefe de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido a las empresas que actualicen sus compromisos de cero neto dentro de un año para cumplir con los nuevos criterios.
En noviembre, activistas climáticos franceses de la asociación Notre Affaire À Tous dijeron que habían presentado quejas ante los reguladores de publicidad en varios países europeos sobre afirmaciones de que la Copa Mundial de fútbol en Qatar sería neutral en carbono.
También el año pasado, la Autoridad de Normas de Publicidad de Gran Bretaña criticó a HSBC por anuncios que promocionaban sus iniciativas ecológicas que no resaltaban las contribuciones del banco a las emisiones de gases de efecto invernadero y prohibían el uso posterior de los carteles.
El organismo de control financiero de Gran Bretaña también propuso endurecer las regulaciones de reclamos ambientales, incluidas las etiquetas de sostenibilidad de productos de inversión y restricciones en términos como “verde”, “sostenible” y “ESG” (ambiental, social y de gobernanza).