Andrew Gn describió su colección de otoño como un “tributo a las migraciones”. No hace falta decir que no se refería a las miles de personas desesperadas que huyen de las regiones devastadas por la guerra, como los refugiados de Ucrania que aparecen en los titulares, sino a su historia personal como diseñador nacido en Singapur y radicado en París.
Gn se fue de casa a los 20 para estudiar moda en Central Saint Martins en Londres. Después de temporadas en Nueva York y Milán, se instaló en la capital francesa en los años 90 y desde entonces ha hecho crecer su sello de forma independiente.
En los últimos meses, ha vestido a todo el mundo, desde Lady Gaga hasta Taraji P. Henson y Faith Hill. Pero el diseñador nunca ha perdido de vista sus raíces, ni ha olvidado las piezas de tela batik que su madre, que es mitad japonesa, mitad peranakan, metió en su maleta como recuerdo.
“Ella siempre usaba tela batik o kimono y la convertía en trajes, en vestidos occidentales”, recordó. “En los viejos tiempos, la gente traía semillas de casa y comenzaban a cultivar las semillas en la nueva tierra. Esta es una colección que es un tributo a todo eso”.
Gn no repitió literalmente esos patrones en su alineación. En cambio, mezcló libremente todos los elementos que lo han influenciado. Los vestidos de raso de seda venían en un estampado fotográfico floreado de chintzy inspirado en los antiguos jarrones de Limoges de su abuela. Los vestidos plisados, tanto largos como cortos, presentaban su característico motivo de crisantemos.
Los hombros esculturales aumentaron el glamour de los minivestidos con cinturón y le dieron una calidad majestuosa a un vestido de noche escarlata con bordados inspirados en helechos. Junto a su paleta habitual de tonos joya, Gn trabajó un gris metalizado que lucía particularmente bien en un vestido estilo capa adornado con flecos anudados y trenzados a mano.
Los adornos eran opulentos, desde los cierres enjoyados en forma de broche en un abrigo púrpura hasta los broches camafeo de gran tamaño, con el perfil de un centurión, en blusas adornadas con perlas, vestidos de noche y abrigos. A partir de su trayectoria de crisol, Gn ha creado su propia estética única. Sus fieles seguidores sin duda se identificarán.