La introducción de un plan de estudios de competencia cultural como parte de los estudios de ciencias veterinarias ha sido propuesta por un equipo de la Universidad de Sydney.
El plan de estudios de competencia cultural, que ya está en uso en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Sydney, es de particular interés para Australia, que tiene una de las tasas más altas de propiedad de mascotas y también es una de las naciones más multiculturales.
El primer proyecto mundial, en el que trabajaron el profesor asociado Jaime Góngora y sus colegas, vería a los veterinarios potenciales observar diferentes perspectivas culturales al tratar con los clientes.
“Los veterinarios trabajan con equipos, clientes y comunidades cultural y lingüísticamente diversos. A pesar de esto, hay poco enfoque en esto como una competencia y en un entorno educativo. Las perspectivas culturales sobre los animales y las diferencias en los protocolos de comunicación, consulta y participación pueden influir en las relaciones, afectando la salud y el bienestar de los animales y los resultados de la investigación”, dijo Góngora.
Los antecedentes de un cliente pueden afectar la forma en que ven a los animales, ya sea como una fuente de compañía, comida, entretenimiento o significado religioso o cultural.
El proyecto ha estado en progreso desde 2012, con un componente clave hacia los pueblos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres, con los poseedores de conocimientos aborígenes enseñando a los estudiantes sobre la complejidad de los tótems y los nombres de las pieles y cómo estos se relacionan con la responsabilidad por los animales.
La profesora asociada y coautora del proyecto, Sanaa Zaki, dijo que el sesgo inconsciente también se aborda en el plan de estudios, así como los estilos de comunicación efectivos hacia diferentes grupos de personas.
“Concientizar a los estudiantes sobre el sesgo inconsciente y cómo esto puede afectar su toma de decisiones clínicas les ayuda a desarrollar empatía y respeto por aquellos que ven a los animales de manera diferente e informa cómo se comunican con clientes culturalmente diversos”.
Góngora dijo que los comentarios informales de los estudiantes han revelado que el programa ha fomentado debates enriquecedores, interacciones respetuosas y una oportunidad de crecimiento a través de la exposición a una diversidad de ideas.
“Lo que hemos hecho desde 2012 es desarrollar un marco modelo para las facultades de veterinaria y otras disciplinas de la ciencia animal que buscan reconocer que la competencia cultural es asunto de todos”.