La Comisión Europea dio a conocer el miércoles una propuesta para impulsar la sostenibilidad de productos de consumo como teléfonos inteligentes, ropa y muebles.
El plan refleja los esfuerzos del ejecutivo de la UE para promover la llamada “economía circular” del bloque y promover bienes de consumo que sean más sostenibles, duraderos y fáciles de reparar y reciclar.
“Queremos que los productos sostenibles se conviertan en la norma en el mercado europeo”, dijo el comisario de la UE responsable de medio ambiente, Frans Timmermans, al anunciar la propuesta en una rueda de prensa.
Según el plan, los productos vendidos en la UE se desarrollarían en una escala de sostenibilidad que demuestre el impacto medioambiental de los productos, su durabilidad y lo fácil que es repararlos.
Refleja el sistema de calificación de eficiencia actual del bloque para los aparatos eléctricos, que utiliza una etiqueta de la A a la G para ayudar a los consumidores a elegir productos que consuman menos energía.
Ir tras la ‘moda rápida’
En particular, el poder ejecutivo de la UE tiene la vista puesta en la sostenibilidad de los textiles, que considera una industria digna de escrutinio. La propuesta introduciría etiquetas en la ropa, informando a los consumidores cuán fáciles de reciclar y respetuosas con el medio ambiente son.
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“El consumo de textiles, la mayoría de los cuales son importados, ahora representa en promedio el cuarto impacto negativo más alto sobre el medio ambiente y el cambio climático y el tercero más alto para el uso del agua y la tierra desde una perspectiva del ciclo de vida global”, la propuesta de la Comisión. documento leído.
La ropa comprende el 81% del consumo textil de la UE. La Comisión de la UE dijo que las tendencias de usar prendas por períodos más cortos antes de tirarlas estaban contribuyendo a “patrones insostenibles de sobreproducción y consumo excesivo”.
La tendencia, que se conoce como “moda rápida”, ha estado “atrayendo a los consumidores a seguir comprando ropa de calidad inferior y precio más bajo, producida rápidamente en respuesta a las últimas tendencias”, dijo la Comisión.
“Es hora de terminar con el modelo de ‘tomar, hacer, romper y tirar’ que es tan dañino para nuestro planeta, nuestra salud y nuestra economía”, agregó Timmermans.
El sector de la construcción también está en la mira
Aparte de la ropa y los teléfonos inteligentes, la Comisión también persigue el negocio de la construcción. Destacó que los edificios por sí solos representaban alrededor del 50 % de la extracción y el consumo de recursos y más del 30 % del total de residuos generados en la UE al año.
“Además, los edificios son responsables del 40 % del consumo de energía de la UE y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía”, se lee en el comunicado.
“Los nuevos requisitos de productos garantizarán que el diseño y la fabricación de productos de construcción se basen en la tecnología más avanzada para hacerlos más duraderos, reparables, reciclables y fáciles de volver a fabricar”, agregó.
Se espera que los 27 miembros de la UE y el Parlamento Europeo analicen la propuesta antes de que se convierta en ley. Es probable que los planes enfrenten la resistencia y el cabildeo de las industrias que han estado promocionando productos con una vida útil más corta.